De las 12.121 ojivas nucleares que hay registradas en el mundo, entre 3.000 y 4.000 son estratégicas. El resto se consideran tácticas.

Las ojivas estratégicas tienen un alcance intercontinental y pueden ser transportadas por misiles balísticos, submarinos o bombarderos.

En su mayoría tienen una potencia de entre 100 y 500 kilotones, aunque algunas superan un megatón. Su objetivo es la destrucción completa de ciudades e infraestructuras.

Las ojivas tácticas están pensadas para ser usadas en el campo de batalla y tienen mucha menos potencia; entre 1 y 50 kilotones.

Para ponerlo en perspectiva, la bomba de Hiroshima tenía una potencia de 15 kilotones y arrasó completamente una ciudad.

Esas ojivas tácticas pueden ser lanzadas por misiles de corto alcance, aviones tácticos e incluso por artillería, como el histórico cañón ‘Atomic Annie’ de EEUU.

También existen minas nucleares tácticas, diseñadas para ser enterradas en el terreno y detonadas en caso de un avance enemigo.

Actualmente, diez países poseen armas nucleares: Rusia, EEUU, China, Francia, Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.

Desde los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki no hay evidencia del uso de armas nucleares en ningún conflicto bélico.

Sin embargo, entre 1945 y 2017 se han registrado más de 2.000 pruebas nucleares en todo el mundo, incluyendo ensayos subterráneos, atmosféricos y submarinos.