Sergio Moraleda

CUERPO

Palmeiras obliga a sus equipos a entrenar en un campo de tierra para mejorar su regate

A TIERRA

Hace unas semanas, el Palmeiras, club más laureado en la historia del fútbol brasileño, dio a conocer su peculiar forma de mejorar su juego.

Impulsado por su director deportivo, Joao Paulo Sampaio, los equipos del club entrenan, como mínimo, una vez a la semana en un campo de tierra.

El objetivo es emular las condiciones de las canchas de las favelas para fomentar la creatividad y recuperar la esencia del ‘jogo bonito’.

De hecho, en su entrada hay un cartel que prohíbe el paso a los entrenadores al tratarse de un “espacio para la libertad, improvisación y autonomía”.

Allí, tanto el primer equipo como las categorías inferiores crean sus propios equipos y juegan a su antojo con la única directriz de ser creativos.

Según Sampaio, hoy en día, “los niños, entre la inseguridad de las calles, los teléfonos y la Play, no suelen jugar en las calles”.

También impulsó el llamado ‘Día de las favelas’ por el que un equipo del alevín, infantil o cadete, viaja a jugar contra un equipo de niños de una favela.

“Es un día para el dribling, no para pasar el balón”, asegura Sampaio, que lleva organizándolo durante seis años consecutivos.

Lo cierto es que el regate es un recurso cada vez menos utilizado; en la última década ha caído casi un 50%. Con esto se pretende recuperarlo.

Los brasileños ya no regatean. Neymar realizaba 7’1 regates por partido en el PSG. Vinicius, Raphinha, Antony y Rodrygo juntos hacen menos (6’5).