Ergin Ataman se ha convertido en uno de los entrenadores más famosos del Viejo Continente y no sólo por su extenso palmarés. 

El técnico del Efes ha conquistado las dos últimas Euroligas, pero su nombre ha estado acompañado muchas veces por la polémica. 

En el Efes-Barça de este año, por ejemplo, Jasikevicius, que se encaró al final del partido con su ayudante, le acusó de haber grabado su entrenamiento.

No es la única polémica que ha tenido con el Barça. En 2021 fue multado por provocar a la afición. Se marchó con los brazos en alto y gritando “Soy el campeón”. 

Ataman ha sido varias veces sancionado por la Euroliga y la Federación turca, no sólo por provocaciones a rivales también por criticar a los árbitros.

En el Efes-Real Madrid de la temporada 2018-19 exigió que el partido se repitiese por un fallo en el contador que no existió. En la vuelta, increpó a un periodista.

Cuando entrenaba en el Galatasaray, la Federación turca le expulsó tres partidos por sus ataques al trío arbitral y a David Blatt, entrenador entonces del Darussafaka. 

Vladimir Micov, que coincidió con él en el Galatasaray, confesó que Ataman pasaba más tiempo en la playa que en los entrenamientos. 

Nunca ha encajado muy bien las derrotas. En 2012 perdió con el Besiktas ante el Fuenlabrada y se marchó con amenazas: “Nos veremos en Estambul”. 

Como seleccionador de Turquía también ha protagonizado algún percance. El Georgia-Turquía del pasado Eurobasket acabó con tangana. 

Turquía amenazó con retirarse si no se repetía el partido y Ataman acusó a la polícia y a varios de los jugadores georgianos de agredirles. 

En la Ventana de noviembre también generó controversia. Turquía se jugaba seguir con vida ante Serbia y no dio permiso a la estrella rival (Micic) para que jugara.

A pesar de esto, Turquía perdió ese partido y cayó eliminada. No estará, por tanto, en el Mundial de este verano.