Alejandro Soto

TIBURÓN

El atacante del Barcelona está recuperando su mejor versión.

FERRAN

Cuando todo el mundo en Can Barça mira hacia Lamine Yamal, hay otro hombre que está llamando a la puerta de Xavi Hernández: Ferran Torres.

El atacante valenciano cosechó una gran pretemporada y ha empezado el curso en un estado de forma espectacular.

Sus cifras previas al parón son inmejorables: ha marcado dos goles en tan sólo 63 minutos en Liga. Es decir, un tanto cada poco más de media hora.

Una mejoría notable que le llevó de vuelta a la Selección Española en la ventana de septiembre. Y respondió con un doblete frente a Chipre.

Esta irrupción que parecía impensable hace sólo un año. Ferran cuajó una temporada francamente discreta y era el blanco de muchas voces críticas.

Con pocas oportunidades y actuaciones grises como leitmotiv, el futbolista de Foios parecía más fuera que dentro del Barcelona hasta este mismo verano.

Pero tomó cartas en el asunto y trató de solventar el problema recurriendo a un psicólogo porque, según él mismo reconoció, “había entrado en un pozo”.

Ferran se ayudó de profesionales para derrocar su bloqueo mental y, además, trabajó duro en su físico. De ahí la mejoría de este inicio de temporada.

Prueba de su cambio de mentalidad es el apodo que el vestuario del Barça le ha adjudicado y que él ha aceptado de buen grado: “el tiburón”.

Tanto le gustó dicho apodo, que ahora no deja de acompañar todas sus publicaciones en redes sociales con emoticonos de tiburones.

Lo cierto es que Ferran lleva meses reclamando el foco en redes sociales y acercándose a streamers o influencers. Prueba de ello, su último tatuaje, con guiño a Ibai Llanos.

Se trata de un ave Fénix, una criatura mitológica, acompañada con una frase dicha por el streamer vasco: “Lo intentas, te equivocas, te levantas”.

Con un nuevo emblema en su piel y, sobre todo, con una moral a prueba de bombas, Ferran Torres parece tener aún mucho que decir en el Barcelona.