Blas Díaz

LA MANO DURA

DE SPALLETTI

Restringe móviles, videoconsolas y hasta bromas en los entrenos para que Italia tenga una concentración “como las de antes”

“Aquí venimos a ganar la Eurocopa, no al Call of Duty”, dijo Spalletti en febrero a la Gazzetta, preguntado sobre  los valores de la selección italiana. Discurso que ha llevado a la práctica.

El técnico ha cortado por lo sano y ha establecido reglas para que su concentración sea “como las de antes, con sus viejas costumbres y ambiente”.

La primera de todas es la prohibición  de los videojuegos en las habitaciones. Los concentrados sólo podrán jugar en una sala del hotel habilitada.

Esto viene motivado por el escándalo de Scamacca, al que habría pillado hace unos meses jugando a la PlayStation de madrugada teniendo Italia que jugar un partido al día siguiente.

Escuchar música con auriculares también está prohibido. Spalletti no quiere jugadores por los pasillos “con cara de idiotas” y aislados del grupo.

Con los móviles, más de lo mismo. Sólo los pueden utilizar antes  de la comida y la cena, el resto del tiempo deben estar desconectados.

Si se aburren, Spalletti lo tiene claro. “Les inventaré un juego en el que pensar para distraerse durante la noche. Me llaman y les doy deberes, si no fueron suficientes los del día”.

La puntualidad también está a la orden del día en la concentración. Nadie puede llegar tarde a las charlas tácticas, a entrenar, ni al comedor.

Esta seriedad ha llegado hasta los entrenamientos, donde no quiere bromas ni carcajadas. Eso sí, busca que todos “trabajen mientras se divierten".

Gianluigi Buffon es una pieza clave para mantener el orden. El excapitán de Italia es el 'poli bueno' del cuerpo técnico y todo el vestuario le respeta.

Y de leyendas va la cosa. Antes de viajar a Alemania, varios ‘10’ de la historia de la selección como Baggio, Totti o Del Piero acudieron a los entrenos para motivar al equipo.