Por Raquel González

LAPROVITTOLA

una cuestión de bigotes

Nicolás Laprovittola (32 años y 1,93) llegó al Barça este verano procedente del Real Madrid, donde había pasado las últimas dos temporadas.

El base argentino ha comenzado el 2022 de una forma excepcional y fue una de las piezas más importantes en el título de Copa. 

Algunos bromean con que su mejoría en el Barça ha coincidido con su nuevo look: un característico bigote.

Hijo de Margarita Stolbizer, que fue candidata a la presidencia argentina, se formó en su país natal y jugó también en Brasil (Flamengo). 

En 2015 dio el salto a Europa. Estuvo unos meses en el Lietuvos, pero en diciembre de 2015 fichó por el Estudiantes.

Su etapa en el Estu no duró mucho. En verano hizo las maletas para probar en la NBA, pero sólo jugó 18 partidos con San Antonio Spurs. 

De vuelta en Europa jugó en el Baskonia y el Zenit antes de llegar al Joventut, equipo con el que reflotó su carrera. 

El base se convirtió en el héroe de la salvación en 2018 y un año después despuntó en la Copa con 50 de valoración en un partido.

Fue el MVP de la temporada y fichó por el Real Madrid, donde no terminó de encajar. “Hubo cambios y problemas”, llegó a reconocer.

En el verano de 2020 estuvo a punto de marcharse al Panathinaikos, pero la posible salida de Campazzo le retuvo en el Madrid. 

Un año después cogió el puente aéreo destino a Barcelona, donde aprovechó la lesión de Calathes para ganarse la confianza de Jasikevicius.

Además se le da bien el Real Madrid. En los cinco Clásicos promedia 10,8 puntos y 2,8 asistencias para 13,8 de valoración.