Por Juanma Rubio

EN GUERRA

CONTRA EL TEATRO

La NBA se propuso, para esta temporada, que los árbitros no premien los movimientos no considerados “naturales en el baloncesto”

James Harden protesta a un árbitro en una imagen que se empieza a repetir sistemáticamente en este inicio de campaña.

En los últimos tiempos se consideraba que jugadores como James Harden y Trae Young sacaban demasiados tiros libres por retorcer las normas.

Harden perfeccionó el arte de buscar el contacto con para provocar la fatal, Young el de frenar para que el defensor se abalance sobre él.

La NBA se propuso que los atacantes no se echen sobre el defensor en el tiro, no extiendan las piernas o frenen en seco de forma antinatural.

Los vídeos que aparecen en esta story son los que usaron los árbitros para explicar de forma oficial los cambios que se habían propuesto aplicar.

Los cambios ya se sintieron en pretemporada, sobre todo con una jugada de Stephen Curry que se hizo viral al momento en la Liga.

Y está funcionando: en el arranque de temporada la media de tiros libres por partido está en 19,5. Sería la más baja de toda la historia.

Harden promedia 3 tiros libres por noche. La media de su carrera es 8,7 y su tope, 11,8. Solo acaba con tiros libres el 18% de sus jugadas.

El cambio es tan claro que hasta él y su entrenador ya se quejan: “Se le está usando como póster de la nueva regla, está pagando el pato”.

Trae lanza 6 por noche, 2,7 menos que el curso pasado, cuando igualó los 8,7 de Zion Williamson, jugador contacto constante en las zonas.

También hay menos faltas forzadas en la línea de tres aunque se vuelven a tirar más triples (36,3 por partido, 34,6 en la 2020-21).

La NBA está logrando, por ahora, evitar las faltitas de las que Steve Kerr dijo que “pitarlas provocaría peleas en las canchas callejeras”.

USMAN GARUBA

AZUQUECA

LA PANTERA DE