Para un país que apenas produce jugadores top, y que nunca ha jugado un Mundial, que uno de los tuyos fiche por el City, es para ilusionarse.

Eso fue lo que le pasó a Khusanov.  Llegó a la primera convocatoria  con su país desde su gran fichaje  y fue recibido por todo lo alto.

Justo al aterrizar en Taskent, los fans ya lo estaban esperando. Además,  las autoridades le hicieron entrega  de un sombrero muy especial.

Al llegar a la concentración, uno  de los dirigentes de la selección uzbeka lo estaba esperando para regalarle un Mercedes de 300.000€.

En el primer entrenamiento, Khusanov atrajo todas las miradas. Los micrófonos eran todos para él.  El joven de 21 años es todo un ídolo.

Además, el jugador ha aprovechado el viaje de vuelta a casa para casarse. Desde luego que están siendo unos días inolvidables para él.

Khusanov todavía es un desconocido para el gran público, pero ya se  ha podido ver en partidos contra España en los JJ.OO, o contra el Real Madrid en Champions.

Aunque tiene cara de 'niño bueno', es un central muy rápido, valiente  e intuitivo. Tiene condiciones como para ser de los mejores del mundo.

En apenas año y medio, ha pasado  de jugar en Bielorrusia a jugar en el Manchester City. Entre medias pasó por el Lens, donde ya impresionó.

Es el primer uzbeko de la historia en jugar la Premier League, por lo que para su país es el mayor proyecto de jugador élite que han tenido nunca.