En la vida de un futbolista cualquier partido puede suponer un antes y un después, y eso fue lo que le pasó a Alberth Elis.

El hondureño jugaba en el Girondins la temporada pasada. En un encuentro contra el Guingamp sufrió un golpe  en la cabeza que lo dejó en coma.

Despertó a los cuatro días, y el golpe había sido tan grave que necesitó volver a aprender a escribir y hablar con normalidad.

Por suerte sus padres le pudieron acompañar en el hospital. Habían viajado desde Honduras  justo para ver ese partido.

Después de un mes le dieron  el alta en el hospital y comenzó su recuperación. Asistía tanto al colegio como al gimnasio.

Pero se quedó sin equipo tras la bancarrota y el descenso a cuarta división del Girondins y tuvo que volverse a Honduras.

La selección y el Olimpia, su primer club, le abrieron las puertas y le permitieron continuar con su recuperación en sus instalaciones.

Esta entrenando con el Panteras FC, un equipo creado por el mismo y que juega en San Pedro Sula, la ciudad más violenta del mundo según The Guardian.

Ofertas no le faltan. Ya hay equipos que han llamado a su puerta, aunque Alberth prefiere tomarse su vuelta con tranquilidad.

Tiene el visto bueno de los médicos y su intención es volver a jugar al fútbol en enero, después de estar entrenando cinco meses.