La moda del consumo de proteínas comenzó en los gimnasios para aumentar la masa muscular y mejorar la recuperación tras los entrenamientos.

A partir de ahí, cada vez hay más oferta de alimentos ricos en proteínas, que comienzan a ser habituales en los supermercados.

Y con ellos llegan las dudas de los consumidores. ¿Necesito consumir estos productos? ¿Son necesarios para mejorar mi alimentación?

Un adulto normal necesita diariamente 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso. Una persona que pese 70 kg necesita unos 56 gr de proteína.

Las personas más mayores sí deben aumentar el consumo a 1,2gr por kilo de peso para prevenir la pérdida de masa muscular por la edad.

En un huevo hay unos 6 gr de proteína, en un vaso de leche hay 8 gr, en una pechuga de pollo de 100 gr hay unos 30; en una lata de atún escurrida, unos 15…

Una dieta normal con carne, pollo, pescado, lácteos, huevos, legumbres, frutos secos… cubre perfectamente las necesidades de proteínas.

Lo ideal es hablar con un nutricionista antes de incluir en nuestra dieta alimentos con proteínas agregadas. Se puede encontrar el mismo aporte en productos más naturales y sanos.

Aparte de deportistas o personas mayores, los refuerzos proteínicos sí que pueden ser necesarios en personas que siguen dietas veganas.

En cualquier caso, nuestra dieta debe ser equilibrada e incluir suficientes carbohidratos y lípidos. El abuso de proteínas puede provocar problemas renales a largo plazo.