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Blas Díaz
DE CAMPEÓN
André Schürrle ganó el Mundial de 2014, dejó el fútbol con 29 años y ahora sube montañas en condiciones extremas
DEL MUNDO
A ESCALADOR
André Schürrle tocó la gloria en 2014. Ganó el Mundial en Maracaná con Alemania y dio la asistencia del gol de Götze en la final contra Argentina.
Por aquel entonces venía de destacar en la Bundes con Mainz y Leverkusen, y acababa de ganar la Premier con el Chelsea. Una década después, su vida ha cambiado radicalmente.
El fútbol lleva mucho tiempo sin ser la prioridad de Schürrle. Sorprendió a todos con su retirada en 2020, con 29 años, y ahora es escalador.
Sube montañas alpinas, como el Zugspitze o el Gran Paradiso, a temperaturas bajo cero y lo hace sin camiseta. Lleva su cuerpo al límite.
Sigue el método Wim Hof, un sistema de entrenamiento físico y mental que se basa en la exposición a temperaturas extremas y el control de la respiración.
Además, el exjugador también corre maratones y completó hace meses una carrera de más de 60 kilómetros en Austria y con una altura vertical similar al Everest. Tardó 22 horas.
Schürrle sufrió muchas lesiones en los últimos años de su carrera. Se fue del Chelsea al Wolfsburgo y el Borussia Dortmund de Tuchel pagó 30 millones por él en 2016.
El BVB le mostró la puerta de salida tras dos años irregulares y tuvo dos cesiones al Fulham y al Spartak de Moscú antes de colgar las botas.
El factor mental también fue decisivo. Estaba harto de la ‘soledad’ del fútbol. “No hay hueco para ningún momento de fragilidad y debilidad”, declaró a Der Spiegel en 2020.
“Tienes que cumplir ciertas normas para sobrevivir. Si no, pierdes tu trabajo y no lo recuperas. La vulnerabilidad y la debilidad no existen”, añadió. Su nueva vida le hace mucho más feliz.