André Silva es ese tipo de delantero que nunca ha terminado de despuntar. Aun así, puede presumir de haber pasado por varios grandes de Europa.

El luso, que también es un fijo en las convocatorias de Portugal, ha pasado 2 temporadas en el Leipzig, donde ha marcado y asistido, pero no destacado.

El año pasado intervino en 18 tantos con el conjunto de los Toros Rojos; es decir, participó en un gol cada dos partidos y medio.

Según adelantó el periodista Paolo Katanec, los donostiarras se han hecho con Silva a modo de cesión con una opción de compra de 10-15M.

De esta forma, el luso, a sus 27 años, pasará por una tercera cesión en su carrera profesional y en una liga que  ya conoce de su paso por el Sevilla.

André Silva comenzó a jugar a los 8 en el SC Salgueiros. Podría haber ido a otros equipos de más renombre pero su madre no quiso tenerlo tan lejos.

Su calidad técnica hizo que su entrenador, Alexandre Pereira,  lo hiciera jugar de centrocampista  y no de delantero pese a su facilidad para ver portería.

A pesar de ello, en la fase final  de un torneo ante el Vianense, Silva anotó quince goles él solo en  un partido que ni siquiera terminó.

Aquello llamó la atención del Boavista, que lo compró. A los 16 llegó al Oporto de la mano de su nuevo agente,  Jorge Mendes.

En su primera temporada casi  30 participaciones de gol hicieron que  el Milan pagara 38 millones por él.  El tercer fichaje más caro de su historia.

A partir de entonces, irregularidad  ha sido la palabra que mejor le  ha definido, aunque parece haberse asentado en la Bundesliga.

Su juego es parecido al de Sorloth,  pero con un perfil más técnico y menos rematador. El compañero perfecto  para Oyarzabal y Kubo.