Roque Oller

DESTERRADOS

POR EL IDIOMA

No juegan por no poder comunicarse con sus compañeros. Es el caso de Zaragoza  en el Bayern o Brereton en Chile

El idioma puede suponer una barrera dentro de la adaptación a un club… ¡Hasta el punto de no jugar  por no poder comunicarte!

Bryan Zaragoza es uno de los ejemplos, abandonó el Granada en invierno  y solo ha jugado 35 minutos repartidos  en 2 partidos con el Bayern de Múnich.

“El problema es el idioma.  No entiende ni inglés ni alemán  y no puede integrarse”,  explica Tuchel, su entrenador.

El Bayern pagó 13 millones por él pero su llegada al vestuario no ha sido fácil: a priori, ninguno de sus compañeros habla español, el único idioma  que maneja Zaragoza, y está aislado.

No hablar la lengua del club puede ser un problema, pero la de una selección puede ser un drama: Ben Brereton,  ha dejado de ir con la selección chilena por no saber español.

De madre chilena y padre inglés, se crio en Inglaterra y fue con las inferiores inglesas, pero en 2021 tras no ir con la absoluta decidió irse a jugar con Chile.

Tras 3 años y 27 partidos, el seleccionador ha dejado de convocarle por “no aprender español”, a pesar  de que en junio era el futbolista chileno más valioso según Transfermarkt.

En 2022 admitió no poder comunicarse con sus compañeros de selección e incluso habiendo vivido unos meses en Villarreal sigue sin dominar el idioma.

Otro caso se vivió en Sevilla, Mendilibar explicó que Soumaré, flagrante fichaje del club no jugaba porque  “no le entendía al no saber idiomas”.