Sergio Moraleda

EL REGATE

El fútbol moderno apuesta por el control del juego más que por el desborde del regate

AGONIZA

El regate se muere y es una tendencia en las cinco grandes ligas europeas. En la 19/20 se regateaba con éxito once veces por partido, hoy no más de siete.

Sin duda, la competición más afectada es LaLiga. En unos años, el Barça ha pasado de promediar 16 regates por partido, a difícilmente superar los 10.

En la 17/18, Neymar y Messi superaban las cinco fintas por encuentro. Este año, Sávio o Vinicius, máximos regateadores de LaLiga, no superan las tres.

La explicación es sencilla: los técnicos optan por trabajar un estilo más combinativo, que no exponga tanto al equipo en caso de pérdida.

Aunque cueste creerlo, es algo que funciona. La Real Sociedad se clasificó para Champions el año pasado siendo  uno de los equipos con menos regate.

El Arsenal lidera la Premier realizando 7’5 regates por partido, a pesar de contar con Saka, Martinelli y Odegaard. Es su peor dato en la última década.

Lo hace también con unos increíbles datos de posesión y con un 87% de acierto en el pase, el mejor de los ‘gunners’ en todo el siglo XXI.

El PSG, gracias a la influencia de Neymar, era el equipo más regateador del continente en la 19/20, con más de 16 regates por partido.

Entonces era líder de la Ligue 1. Hoy sigue siéndolo... eso sí, con un 40% menos de regate y más de 600 pases por partido por primera vez en años.

En Italia también pasa. El Inter comanda la Serie A con catorce puntos de ventaja siendo con diferencia el equipo que menos regatea.

En definitiva, el control se ha instaurado en el fútbol moderno en detrimento de un regate que ha pasado a estar en peligro de extinción.