Hedwig Eva Maria Kiesler nació en Austria en 1914. Era una niña superdotada que estudió ingeniería, pero que lo dejó todo para ser actriz.

Saltó a la fama en 1932 porque protagonizó ‘Éxtasis’, del director checo Gustav Machatý. Por primera vez en la historia del cine, una mujer aparecía completamente desnuda.

En la misma película aparecía teniendo un orgasmo. El escándalo fue mayúsculo y hasta el Vaticano condenó la película.

Cuando llegó a Hollywood, la obligaron a cambiarse el nombre para que no se la relacionara con ‘Éxtasis’. Eligió el de Hedy Lammarr.

Su llegada a la meca del cine provocó una auténtica revolución, inmediatamente fue considerada la mujer más bella del mundo y se convirtió en una gran estrella.

Actuó con todos los grandes de los años 30 y 40: Spencer Tracy, Clark Gable, James Stewart, William Powell, Paul Henreid…

Walt Disney se inspiró en ella para el diseño del personaje de Blancanieves en su primer largometraje animado, estrenado en 1937.

Su mayor éxito fue ‘Sansón y Dalila’ con Victor Mature. En ella “la mujer más bella del mundo interpreta a la mujer más bella de la Biblia”.

Hedy Lamarr fue la imagen de Max Factor y marcó la estética de su tiempo. Las mujeres abandonaron el rubio platino por el negro azabache.

Casada en seis ocasiones, con los años se volvió adicta a las operaciones de estética y se centró en su mayor talento, el de inventora.