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Mariano Tovar
LA LETRA MÁS
HISTORIA DE LA
ESPANOLA
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La letra eñe no existía en el latín. Fue un invento original del alfabeto español que otros idiomas romances solucionaron con el uso de dos letras.
Su origen se remonta a la Edad Media, cuando los monjes copistas buscaban abreviar palabras para ahorrar espacio en los pergaminos.
n
n
Para representar el sonido "nn", los escribas colocaban una pequeña "n" sobre la letra, que con el tiempo se convirtió en la virgulilla de la eñe.
La primera aparición documentada de la eñe fue en el siglo XII, en manuscritos de monasterios.
Alfonso X el Sabio, rey de Castilla en el siglo XIII, jugó un papel crucial en la oficialización de la eñe.
Durante su reinado promovió reformas ortográficas que incluyeron la eñe como representación preferida para ciertos sonidos nasales palatales.
La eñe se popularizó en la literatura y documentos oficiales en los siglos siguientes, consolidándose como parte integral del idioma español.
En 1492, Antonio de Nebrija incluyó la eñe en su "Gramática de la lengua castellana", la primera gramática del español.
La eñe se convirtió en un símbolo de identidad cultural para los hispanohablantes, representando la riqueza y diversidad del idioma.
En 1991 la CEE intentó eliminarla de todos los teclados electrónicos, pero el disparate sirvió para fortalecerla como letra preferida del español.