La vida de Jonas Urbig ha cambiado drásticamente en apenas 3 meses: de suplente en Colonia, en segunda, a sustituto de Neuer en el Bayern.

Su debut no pudo ser más surrealista: en plenos octavos de Champions, y tras marcar Musiala el 2-0, Neuer salió corriendo a celebrar el gol.

Apenas un par de minutos después, pedía el cambio: se había desgarrado una fibra del gemelo mientras festejaba el gol de su compañero.

Peretz, teórico suplente, también estaba lesionado ese día y Kompany prefirió darle una oportunidad a un desconocido Jonas Urbig antes que a Ulreich, a priori tercer portero.

Fichado en enero por 7 millones, Urbig debutaba con media hora por delante. Un estreno tranquilo, eso sí, pues no recibió tiros del Leverkusen.

Desde entonces, nadie lo mueve del once. Poco pudo hacer en los dos goles del Inter ayer, aunque lo cierto es que en liga tampoco ha logrado dejar la portería a cero aún.

Y es que sus 7 partidos con el Bayern han dejado ver tanto sus virtudes como sus defectos. Un portero con proyección, pero aún con problemas al medir sus salidas y comunicarse.

Lo comparan con Neuer por su juego de pies y carácter. Es muy astuto en los mano a mano, algo que él mismo reconoce como su mayor virtud.

El Bayern debe tomar una decisión pronto con sus porteros. Neuer sigue rindiendo a sus 39 años, pero hay muchos que buscan ser su heredero.

La apuesta del club siempre fue Nübel, que volverá de cesión en 2026 tras su gran rendimiento en el Stuttgart. Pero no pueden olvidar a Peretz ni, ahora también, a Urbig.

Mientras, Neuer quiere recortar plazos y jugar como sea la vuelta de cuartos de Champions vs Inter, donde el Bayern se juega su futuro en Europa tras perder 1-2 en la ida.