El hijo de Kluivert ha batido un récord que tiene dos lecturas: siempre rinde allá donde va, pero no se consigue asentar en ninguna gran liga europea.

Ahora, la película ha cambiado. Es el líder del Bournemouth de Iraola, que se ha recuperado del bache de marzo y ha vuelto a la lucha europea.

En la costa inglesa ha mostrado su mejor versión. Atrás queda su oscuro pasado de cesiones fallidas. Leipzig, Niza, Valencia… Ninguna funcionaba.

Y es que intentar seguir los pasos de su padre le ha costado muy caro. Un error que él mismo reconoció, pero que ha logrado reconducir a tiempo.

Despuntó con el Ajax en 2018 y dio el salto a la liga italiana, como su padre. Se fue a la Roma porque creyó que "era la forma más rápida de jugar en el Barcelona", su gran sueño.

Pero se equivocó. Ninguno de sus entrenadores lo tuvo muy en cuenta en la capital italiana. Hasta que llegó Andoni Iraola para revivir su carrera.

Ahora juega de mediapunta y no en banda, y es el máximo goleador del Bournemouth. En febrero fue elegido mejor jugador del mes en la Premier.

Es ambidiestro y muy dado al regate, como ya mostró en Mestalla, el mejor estadio en el que dice haber jugado. Desde hace meses es indiscutible, también, con los Países Bajos.

Forma parte de la lista de jugadores que han marcado en las 5 grandes ligas. Solo le acompañan el rumano Răducioiu y el ex sevillista Jovetić.

En noviembre marcó un hat-trick de penaltis en la Premier, el primero en la historia. 6 de sus 12 goles este año son, de hecho, desde los once metros.

Ya es matemático que Inglaterra tendrá ocho clubes en Europa el año que viene. Están a 1 punto de Europa y quieren cerrar una sobresaliente temporada con su debut europeo.