El reglamento estipula que un portero no puede tener el balón en su poder durante más de seis segundos. Si lo hace, se castiga con tarjeta amarilla.

Sin embargo, rara vez vemos que la sanción se aplique correctamente. Y más aún si se trata de una expulsión por segunda amarilla.

Para tratar de resolver esto, la IFAB, en una de sus reuniones anuales, ha ideado un sistema en el que el árbitro será auxiliado por el público.

Los porteros dispondrán de ocho segundos para soltar el balón. Cuando queden cinco, el árbitro levantará la mano y la grada hará una cuenta atrás.

Si el meta no ha soltado la pelota antes de que el tiempo se agote, será amonestado con tarjeta, sin importar que ello implique su expulsión.

Tras ello, se concederá un córner o un saque de banda a la altura del punto de penalti para el equipo rival. Aún se está estudiando.

Este nuevo reglamento será probado la temporada que viene durante las primeras rondas de la FA Cup y en las divisiones inferiores de la EFL.

También se probará la medida que obliga a que el capitán de cada equipo sea el único que puede dialogar con el árbitro, como en rugby.

En caso de conflicto entre equipos o con la grada, los jugadores, además, deberán esperar en sus respectivas áreas hasta que se resuelva.

Lo que finalmente no será aprobado es la tarjeta azul, que habría sancionado las faltas de respeto al árbitro con expulsiones temporales.

Infantino, presidente de la FIFA, reveló: “No se usará la tarjeta azul en el nivel de élite. La FIFA las rechaza completamente”, sentenció.