Sergio Pérez

El seleccionador es devoto  de la Hermandad del Cachorro  de Sevilla y de la Semana Santa

DE LA FUENTE

DIOS ESTÁ CON

De la Fuente siempre se ha mostrado como un hombre de fe. Juega un papel fundamental en su día a día.  Es habitual verlo santiguándose.

“Como católico quiero que se  me respete. No voy a renunciar  a mis principios y valores. Mi fe  me ayuda a sentirme más fuerte”.

Aunque se crio en La Rioja y ha pasado por ciudades como Bilbao, los 8 años que vivió en Sevilla le marcaron para toda la vida.

Allí forjó una conexión personal, social y espiritual. Se empapó de la cultura y se integró como un sevillano más, también en la Semana Santa.

Su cercanía a Dios lo familiarizó  con la Hermandad de San Benito.  De hecho, ahí salieron sus hijos  de nazarenos en algunas ocasiones.

Pero poco a poco se fue fijando en una Hermandad que tenía  cerca de casa y que le generaba  gran devoción: El Cachorro.

Esta Hermandad lo acogió. Desde entonces, siempre lo ha acompañado. Cuando ha podido escaparse a visitar la Basílica, lo ha hecho.

Para él, la ayuda del Santísimo Cristo de la Expiración fue esencial en el camino hacia la cuarta Eurocopa. Al ganarla, la Hermandad le obsequió con una miniatura del Cristo.

En las entrevistas que da, habla  sin tapujos de su fe y del valor incalculable que tiene una pulsera que lleva de la Hermandad.

Incluso lo invitaron a formar parte de una procesión extraordinaria de El Cachorro que se celebrará este próximo mayo en el Vaticano.