Los partidos homenaje suelen ser una fiesta en la que los jugadores reciben por última vez el calor de su afición. Sin embargo, Lukas Podolski se puede llevar algo bastante peor.

El alemán jugó un encuentro de despedida en Colonia hace unas semanas frente a 50.000 personas y con invitados como Flick, Neuer o Löw.

Todo iba bien hasta este momento. Después del pitido final, se subió a una de las vallas del RheinEnergieStadion y tomó una bengala de los aficionados.

Podolski se enfrenta a una multa porque el uso de pirotecnia no está permitido en los estadios alemanes. Todas las cámaras le captaron.

“Está prohibido, es un mal ejemplo y alguien que aspira a tomar responsabilidad en el club debería ser un ejemplo a seguir”, afirmó Volker Lange, jefe de operaciones del estadio.

Podolski respondió a las declaraciones de Volker Lange con un post en X con fotos sosteniendo la bengala y el mensaje: "Una vez ultra, siempre ultra".

Además, 14 policías resultaron heridos en enfrentamientos con hinchas polacos visitantes, y un aficionado fue apuñalado antes del partido y tuvo que ser intervenido en el hospital.

El Ayuntamiento de Colonia es el responsable de tramitar la multa a Podolski. No es una decisión fácil porque es un ídolo para la ciudad.

Nacido en Polonia, se mudó a Alemania siendo un niño y se unió a la cantera del Colonia con 11 años. Disputó 181 partidos con 'las cabras' en dos etapas.

A sus 39 años, está ante sus últimos meses como profesional. Se retirará en el Gornik Zabrze polaco, su club desde la infancia y por el que fichó en 2021.

La cuantía de la multa, que podría oscilar entre 300 y 1.500 euros, no es problema para Podolski. Fuera del fútbol tiene negocios exitosos. El que más, una franquicia de kebabs.