Sergio Moraleda

EL UNITED SALVÓ

Acabó saliendo obligado a pesar de que el club salvó su carrera cuando era niño

A MCTOMINAY

La salida de McTominay al Nápoles fue poco menos que agónica. Su traspaso se cerró a cambio de 30 millones a solo tres horas del cierre de mercado.

El United se decidió a venderlo contra su voluntad ya que el sistema de amortizaciones de la Premier reporta más beneficios por ser canterano.

Con ello, el escocés cerró una etapa de 22 años en un club que, además, salvó su carrera profesional cuando todavía era un niño de su academia.

McTominay llegó al United con cinco años y fue atravesando sus categorías inferiores. Incluso jugó con equipos por encima de su edad.

Hasta que sufrió un retraso en el crecimiento que le llevó incluso a no tener fuerza para patear el balón. La diferencia de alturas era patente.

Con 16 años todo cambió y en 18 meses pasó de medir 1’67 a alcanzar el 1’90, lo que, de por sí, le trajo problemas de coordinación y equilibrio.

A pesar de ello, una temporada después, McTominay debutó con Mourinho siendo el canterano con más presencia en el equipo en las últimas siete campañas.

Pero la pregunta es, ¿por qué el United siguió confiando en él a pesar de sus problemas de crecimiento? Fue gracias al sistema ‘bio banding’.

Consiste en agrupar a toda la academia y distribuirla en grupos según sus aptitudes físicas durante dos semanas. McTominay pudo demostrar su valía.

Ahora abandona el club de su vida después de 255 partidos oficiales, pero se marcha a otro que le recibe con los brazos abiertos. Así fue su llegada.