El mercado culé propone constantes cambios e incertidumbres. La última bomba en salir ha sido la posible vuelta de Neymar siete años después.

Según L’Équipe, habría comunicado  al club su deseo de salir pese a tener contrato hasta 2025. Luis Enrique parecía clave para su continuidad.

La situación de Neymar viene desde mayo. Un centenar de radicales  se presentó delante de su casa para exigirle que se fuese del equipo.

Gerard Romero mencionó que el Barça estaría trabajando en una cesión. Además, añadió que, si Neymar quiere venir, tendría que rebajarse el sueldo.

El problema de su llegada es que Xavi no le quiere. El técnico sabe que  gestionar lo que puede arrastrar  en el vestuario podría ser muy difícil.

Sus actitudes muchas veces han sido cuestionadas. Esto llevó al PSG a pagarle un bonus ético de 6.500.160 € al año por ser cortés, puntal, amable…

No parece una prioridad. Su carpeta está abierta y Laporta quiere un gran fichaje este verano, pero Xavi insiste con la opción de Bernardo Silva.

Para que vuelva, debería salir una pieza importante. El fairplay complica  la situación, pues el Barça solo tiene inscritos a 13 jugadores.

Las lesiones le han dejado fuera muchas veces en París. Esto preocupa,  pero aun así ha sumado 118 goles  y 77 asistencias en 173 encuentros.

Por otro lado, su llegada supondría un imán publicitario. Esto sería clave para un club que arrastra graves problemas económicos desde hace años.