DEL RETIRO

Paul Mullin, jugador del Wrexham, ha pasado de pensar en dejar el fútbol a salir en Deadpool

A HOLLYWOOD

Sergio Giménez

La tercera película de la saga Deadpool vio la luz la semana pasada y ha destacado por la cantidad de cameos que aparecen en ella.

El protagonista de la película es Ryan Reynolds, que en 2020 compró el Wrexham FC y desde entonces vive volcado con el equipo y su afición.

Reynolds sabía que Paul Mullin, uno de los jugadores de su equipo, se había formado como actor durante ocho años en el Shakespeare Royal Company.

Y pensó en él para el papel de Welshpool, la versión galesa de Deadpool. Que la película se rodara en Inglaterra facilitó su 'fichaje'.

Adidas le ha hecho unas botas y unas zapatillas de la película que está subastando. Lo recaudado irá destinado a ayudar a jóvenes con autismo.

Mullin no es el único futbolista del Wrexham FC que aparece en la película. El delantero Ollie Palmer también tiene un cameo como barman.

Mullin ha sido clave con sus goles para que el Wrexham haya logrado dos ascensos consecutivos: 24 en 38 partidos este año y 38 en 46 el pasado.

Lo curioso es que hace unos años pensó en retirarse. Un día se levantó y no quería ir a entrenar. “Solo quiero quedarme en casa”, le dijo a su mujer.

Ella le convenció para ir, y de camino al entrenamiento su madre le habló de una canción que le recordaba a él. Era ‘Firework’, de Katy Perry.

Escuchó la letra y le cambio la mentalidad por completo. Desde entonces la pone siempre que está de camino a un partido.

Ahora, a sus 29 años, va a disputar su primera temporada en League One, el tercer escalón del fútbol inglés.

Reynolds ha convertido el Wrexham en una gran familia de cine y, como Deadpool, quiere romper todos los esquemas y llevarlo a la Premier.