La remontada del Espanyol al Atleti tuvo un nombre propio: Pere Milla. Hizo el 2 a 1 con un remate soberbio, que volvió loco a todo el estadio.

Entró al campo en el minuto 74,  en sustitución de Roberto Fernández. El delantero de 32 años solo necesitó diez minutos para marcar el gol.

El curso pasado hizo el gol de  la salvación ‘perica'. Antes estuvo  en el Elche, donde hizo historia con un gol que valió un ascenso en 2020.

Sin embargo, su trayectoria no ha sido un camino de rosas. Se formó  en el equipo de su ciudad, el Lleida,  y pasó por el filial del Getafe.

Estaba cerca de debutar en Primera, cuando se vio seducido por una oferta de la Liga Premier de Sudáfrica para probar nuevas experiencias.

Al llegar allí se dio cuenta  de que todo era un fraude.  Ni era tan atractivo como le habían prometido, ni tenía un destino fijo.

Estuvo a prueba en varios equipos. Mientras tanto, vivió encerrado  en un hotel, con horario  restringido para salir.

Lo que sí conoció fue el miedo.  Vivió la persecución de unos  ladrones que querían robarle mientras iba en un taxi.

Se volvió a España, cambió  de agente y su carrera fue en ascenso: pasó por equipos como UCAM Murcia, Numancia o Eibar.

Fuera del terreno de juego,  estuvo varios años ayudando en el restaurante de sus abuelos y pasó algunos veranos recogiendo fruta.