Blas Díaz

PROHIBIDA

LA CERVEZA

El técnico del Bochum no deja a sus jugadores beber después de los partidos

El Oktoberfest es una de las mayores fiestas de todo el mundo. Como cada año, la plantilla del Bayern se puso los ‘lederhosen’ y acudió a tomar cerveza.

Sin embargo, hay un equipo que no podría haberse acercado a Múnich a festejar. Es más, no ha podido tomar una gota de cerveza en lo que llevamos de temporada. Se trata del Bochum.

Su técnico, Peter Zeidler, ha prohibido a todos los jugadores que beban en el vestuario y en el autobús del club después de los partidos.

Se escuda en que el consumo de alcohol, aunque sea en pequeñas cantidades, afecta a la regeneración del cuerpo tras el esfuerzo físico.

A la plantilla no le gustó nada la medida y Zeidler cedió recientemente. Sólo permite tomar una cerveza si consiguen ganar un partido.

Aún así, todos en el Bochum siguen esperando para beber porque no han logrado ninguna victoria desde que inició la campaña.

El club del Ruhr cayó eliminado en la primera ronda de Copa contra el Regensburg, 'farolillo rojo' de Segunda, y sólo ha sumado un punto después de seis jornadas.

Pese a ser colista de la Bundesliga y no tener mucho apoyo del vestuario, la directiva sigue confiando en que Zeidler le dé la vuelta a la situación.

Ya el curso pasado, sin él, estuvieron a punto de descender. Cayeron al playoff de descenso y perdieron 3-0 en la ida, pero remontaron en la vuelta y se salvaron en los penaltis.

Curiosamente, Bayern y Bochum son clubes hermanados desde hace más de medio siglo. Unos pudieron tener 'barra libre' en el Oktoberfest, y los otros siguen esperando para una caña.