Sí eres fan de Harry Potter sabes que es el Quidditch. Un deporte practicado sobre una escoba voladora cuyo objetivo es lograr más puntos que el rival.

En la vida real este juego también existe, se llama Quidditch Muggle, y lo practican personas que no pueden hacer magia.

En 2005, Xander Manshel y Alex Benepe tuvieron la idea de llevar a la vida real el Quidditch.

Más de 40 países practican este curioso deporte, entre ellos están Australia, Reino Unido, Francia o España.

En España existen dos organismos que lo regulan: La Asociación Quidditch España (AQE) y la Associació de Quidditch de Catalunya (AQC).

En 2012 la Asociación Internacional de Quidditch (IQA) organizó el primer Mundial, que se celebra cada 2 años.

En Harry Potter juegan en un campo elíptico de 150 x 55 metros, y los aros están colocados a distintos niveles, pero todos a alturas considerables.

En la vida real cómo los desplazamientos se hacen corriendo sobre el suelo se han reducido las medidas del campo y juegan en campos de hockey hierba.

En la vida real, igual que en Harry Potter, se juega con tres tipos de pelotas diferentes. La Quaffle, la bludgers, y la Snitch dorada.

Tanto en la ficción como en la realidad, un equipo de Quidditch es formado por 7 integrantes. Loas plantillas pueden tener hasta 21 jugadores.

Sobre el campo hay 3 cazadores (encargados de sumar puntos), 1 guardián (defiende los aros), 2 golpeadores (defender a los rivales) y 1 buscador (único que puede atrapar la Snitch).

Es obligatorio llevar una escoba para dificultar los movimientos, los jugadores no pueden soltarla ni jugar sin ella.

Se permite sobre el campo un máximo de cuatro personas identificadas con el mismo género por equipo. Convierte al Quidditch en deporte mixto.

Se consiguen diez puntos cada vez que una bola “Quaffle” pasa a través de uno de los tres aros rivales. Cada equipo debe defender estos con ayuda de su “Guardián”.

Los encargados de anotar son los “Cazadores”, pero para complicarles la tarea, los “Golpeadores” del equipo contrario les lanzan bolas “Bludgers”.

Lo más importante es la aparición de la “Snitch Dorada”, una bola voladora, con vida propia. Los buscadores de cada equipo la tienen que atrapar, suma 150 puntos.

En la vida real un deportista imparcial salta al campo vestido de amarillo, con una pelota de tenis introducida en una malla qué cuelga de la parte trasera de la cintura.