“Los referentes son importantes para que las mujeres vean lo que es posible”, afirmaba Sabrina Wittmann en abril. Dos meses después, ha hecho historia.

Con 32 años se ha convertido en la primera mujer en dirigir en el fútbol alemán, firmando su primer contrato con el Ingolstadt, de 3ª División.

El pasado mes de mayo ya se había hecho cargo como interina. “Juzgamos por las cualidades y no por el género”, declaró el director deportivo Ivo Grlic con su nombramiento.

Sus cualidades quedaron demostradas en ese tiempo: dos victorias, dos empates y un título de copa regional. Motivos de peso para que se quede.

Wittmann da el salto en la ciudad y el club de su vida. Nació en Ingolstadt, jugó allí y dio sus primeros pasos en los banquillos de sus categorías inferiores.

Llegó a compaginar sus cargos en la cantera de los ‘Schanzer’ con el fútbol femenino como entrenadora-jugadora del Amicitia Múnich, de nivel amateur.

Este caso es pionero en Alemania pero no en Europa. Corinne Diacre estuvo a los mandos del Clermont Foot  de 2014 a 2017 en la Ligue 2.

Esta temporada, además, otra mujer se ha estrenado en los banquillos de Bundesliga y Champions. Se trata de Marie-Louise Eta, la segunda entrenadora del Union Berlin.

Contratar a Wittmann no le saldrá barato al Ingolstadt porque todavía no tiene la licencia UEFA para dirigir a nivel profesional.

Por cada partido de liga con Wittmann en el banquillo sin la licencia, tendrán que pagar 3.500 euros a la Federación de Fútbol Alemana (DFB).