Swampfest nació como una reunión de colegas. Hoy reúne a más de 400 riders en un parque de diversiones apocalíptico.

Lo creó el rider de BMX Trey Jones, harto de eventos con normas y vallas. Aquí prácticamente “vale todo”.

Cada edición es única: rampas que giran, loops imposibles, saltos de barro, anillos de fuego, estructuras de pesadilla…

Si no terminas cubierto de barro, no estuviste. Swampfest se moja, se cae, se ríe de si mismo. Antiestética hecha arte.

Desde saltos con antorchas encendidas hasta rampas que explotan, cada edición deja clips que viralizan.

Swampfest no es sólo BMX: música, lucha libre, tatuajes, disfraces y… desde 2021, también skate.

Todo es autogestionado. Los riders construyen, limpian, montan y destruyen. Y quien manda es el barro.

Swampfest une a leyendas, amateurs y niños en un lugar donde no importa quién eres, sino cómo vuelas… y cómo te caes.

Nació en 2016. Se montó hasta que la estructura cayó. Sin trofeos. Únicamente barro, sangre y sonrisas.

No lo busques en la tele. Swampfest ocurre una vez al año y el resto del tiempo… nadie se lo cree.

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