UN ARQUERO

Thierno Barry 'cazó' su sueño de meterse en la Champions con el Villarreal y ahora hará las maletas rumbo al Everton

EN LA PREMIER

Jorge Cuesta

"La Champions sería un sueño", dijo Barry en abril. 3 meses después, es él quien renuncia a ese sueño yendo al Everton, que no juega en Europa.

Al delantero francés, internacional en la Sub-21, le costó mostrar su mejor versión a principios de curso, aunque al final acabó con 11 goles en LaLiga.

Ahora, el Everton está muy cerca de desembolsar 32 millones por él, más del doble de lo que pagó el Villarreal en 2024. Según Capology, su ficha era de solo 920.000€ brutos al año.

Marcelino supo exprimir sus virtudes, pues Barry es un jugador con mucho potencial, pero aún muy verde en su toma de decisiones en metros finales.

Domina el juego aéreo con su 1,95m pero tiene una "gran ansiedad por el gol", tal como admite su entrenador. Barry es muy rápido e intenso.

Su físico casi marcó su carrera, pues en Sochaux jugaba como central o lateral por ser alto. Fue en Bélgica donde descubrió su olfato goleador. 

El deporte corre por las venas de los Barry. Su padre jugaba al baloncesto con la selección de Guinea; su madre era atleta especialista en 800 metros.

A Barry le costó adaptarse a LaLiga, pero se acabó ganando a la afición del Villarreal con goles... y también con su personalidad fuera del campo.

También, en la lucha Betis-Villarreal por una plaza en Champions, festejó el empate de los béticos en Vallecas que los alejaba mucho de la pelea. 

Tras vender a Baena y Barry, y con las lesiones de Gerard, el Villarreal necesita fichar un acompañante de Ayoze en punta en el año Champions.