Thomas Gravesen, exjugador del Real Madrid, dejó el fútbol en 2009 para disfrutar de un retiro dorado en Las Vegas.

Famoso por su locura y por su regate, ‘la gravesinha’, el danés invirtió sus ahorros en negocios exitosos hasta conseguir una fortuna.

Una de sus estrategias para aumentar su riqueza fue mudarse  a Las Vegas y dedicar parte de su capital a las apuestas.

Tras varios años apostando, se estima que amasó un patrimonio en el juego que ronda los 100 millones de euros.

Amante del riesgo, entre sus juegos de casino favoritos se encuentran las tragaperras, la ruleta y, sobre todo, el póker, donde su instinto le hizo letal.

Según fuentes, Gravesen llegó a perder 54 millones en una noche de póker… Aunque esa misma noche lo recuperó y terminó ganando aún más.

Gracias a sus ganancias se permitió vivir en una mansión valorada en  6M de euros en una urbanización exclusiva de ‘Sin City’.

‘Mad Dog’ pasó de vivir rodeado de los galácticos del Madrid a los galácticos de Hollywood, como Nicolas Cage o Andre Agassi.

Y siempre acompañado por su pareja Kamila Persse, exmodelo que se convirtió en agente inmobiliaria, quien le ayudó en sus negocios.

En 2018 decidió dar otro giro en su vida y volvió a Dinamarca. Desde entonces también ha triunfado como comentarista y analista de fútbol.