Vitor Roque se convertirá en jugador del Barça en los próximos días. La entidad catalana ha pagado nada menos que 40 millones por su fichaje.

A sus 18, llegará al conjunto blaugrana para coger el testigo de la delantera. A pesar de su juventud, su carrera profesional comenzó hace años.

Sus primeros pasos como futbolista los dio en el América FC. Debutó en Segunda División ante Botafogo y a los 18 minutos fue sustituido.

Su entrenador aseguró que lo hizo porque no aguantaría el ritmo del partido. Muchos creyeron que su carrera comenzaba y acababa ahí.

Poco después, Cruzeiro se lo llevó y de ahí saltó al Paranaense, que le ofreció un salario quince veces mayor.

El equipo de Coritiba pagó su cláusula de rescisión de cinco millones. Curiosamente, dicha cláusula era de 300 para los clubes europeos.

Allí demostró todo su potencial: regate, velocidad, desborde, explosividad y conducción. Esta campaña promedió gol o asistencia cada 108 minutos.

Es el típico delantero moderno. Compacto, agresivo, potente y con un tren inferior privilegiado; es por ello que le apodan ‘Tigrinho’.

Conduce con el balón pegado, arrastrando contrincantes y generando espacios. También suele bajar a recibir para que todo el bloque avance si el equipo se atasca.

Tiene un estilo muy asociativo y se activa rápido tras la pérdida de balón. Juega en punta pero también lo hace por la izquierda, a pierna cambiada.

Roque ya se ha despedido de la afición y ya se encuentra en la Ciudad Condal para tratar de solucionar los problemas del Barça con el gol.