Sergio Pérez

Willian Pacho está siendo una de las  revelaciones de este PSG de Luis Enrique  y tiene una emotiva historia detrás

PARISINO

EL MURO

EL MURO

Este sábado se juega la final de  la Champions entre Inter de Milán  y París Saint-Germain. En el cuadro parisino estará Willian Pacho.

El central llegó el pasado verano procedente del Eintracht Frankfurt por 40 millones y se ha convertido  en un intocable para Luis Enrique.

Hace tres años estaba jugando en  su país, Ecuador. De Independiente del Valle dio el salto a Europa, pasando por Amberes y Frankfurt.

Es un jugador de grandes supersticiones. La que más ha marcado su carrera ha sido la historia del dorsal que lleva siempre, el 51.

Lleva ese número porque fue la  edad con la que murió su madre. Sucedió cuando él apenas tenía 18 años y debutaba en Independiente.

Ocurrió en pleno debut, por lo  que no le dijeron nada hasta que terminó el partido. Desde entonces,  todos sus logros son para ella.

Le reza todos los días y antes  de cada partido. Una vez que  este termina, lo primero que hace  es arrodillarse y recordar a su madre.

También tiene un talismán en su mano izquierda. Se la rompió cuando jugaba en Amberes, fue a la selección con la venda y metió un gol.  Desde entonces, no se la quita.

Un entrenador que le marcó mucho fue Miguel Ángel Ramírez, con quien coincidió en Independiente del Valle. Este año entrenó al Zaragoza.

En el vestuario del PSG es conocido como trop fort ('muy fuerte'),  por la exuberancia y contundencia  que muestra en cada jugada.